Patricia & Gabriel
En cuanto llegamos al Palacio el Rincón, finca del Marqués de Griñón, nos dimos cuenta de que todo está mimado al detalle, no sólo por el personal del lugar, sino por la minuciosidad de la pareja.
Dejando de lado lo ilustre del recinto, lo que más nos impresionó de los novios fue su complicidad, cada mirada entre ellos es una estrofa para cualquiera, digno de dos gemelos que se conocen desde el nacimiento.
Se percibía que los invitados a la unión eran personas muy afines a ellos, amigos de verdad, y eso se notaba.
La grandiosidad de esta boda nos hacía sentir que estábamos en algo mejor que una gran producción de Hollywood.
Por lo bien que os portásteis con nosotros, gracias Patri y Gabi.